![]() |
||||||||||||||||||||||||||||||
| Por Pablo Linares, Asociación Para la Defensa del Valle de los Caídos | ||||||||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||||||||
Apasionado por el dibujo, adquirió conocimientos de pintura y dibujo en el estudio de Emilio Sala y escultura con el gran escultor Lorenzo Coullart Valera. En 1916 se licenció, con excelentes calificaciones en la Escuela de Arquitectura de Madrid e inmediatamente comienza a trabajar en el estudio del afamado arquitecto Antonio Palacios Ramilo. En este tiempo también se dedica a la docencia. En 1919, tan sólo 3 años después de su licenciatura, obtiene la cátedra de proyectos de “su” escuela de arquitectura. Sus indudables cualidades, unidas al prestigio logrado en el estudio del arquitecto Palacios, le dan trabajo como restaurador monumental. Le comienzan a llover los encargos, participa y gana numerosos concursos. Es nombrado arquitecto conservador del Monasterio del Paular, del Museo del Prado y de las Reales Academias. Desde el punto de vista técnico son claras las influencias neoplaterescas y neobarrocas en sus trabajos. En 1924 realiza el gran proyecto del edificio del Palacio de la Prensa de la Gran Vía madrileña, en 1928 realiza el proyecto del cine Callao y la remodelación del Museo del Prado, en 1931 realiza el proyecto del Cine Coliseum.
En 1940 se les encarga la construcción del Monumento Nacional a los Caídos en el Valle de Cuelgamuros de la madrileña Sierra de Guadarrama.
La guerra sorprende a Muguruza en un Madrid que permanece fiel a la República. Muguruza es considerado desafecto a ésta y, por esto, en más de una vez se vio ante la amenaza de los descontrolados piquetes de ejecución. Siempre que su situación se convertía en desesperada, fue salvado por la intervención de los obreros de la construcción, que le admiraban, querían y respetaban. Con ellos, en muchas oportunidades, compartió andamio y acarreo de materiales, porque D. Pedro era el arquitecto y maestro de obras, pero también era uno más a la hora de desempeñar las más duras tareas. Durante la guerra dio hospitalidad y cobertura a muchos refugiados y perseguidos. D. Pedro llegó a conducir su propio automóvil durante toda la noche para acompañar al perseguido de turno hasta la frontera francesa, donde lo dejaba en buenas manos. Notable fue también su aventura para devolver al Museo del Prado (del que fue restaurador), una buena cantidad de cuadros famosos, expoliados por la República y que el se encargó de devolver a su lugar de origen. Un lento tren que paraba en todas las estaciones y apeaderos de su camino, devolvió su valiosa carga a la pinacoteca madrileña, ante la vigilante mirada del arquitecto, que viajó junto a los cuadros. Aquel viaje fue una gesta heroica que debería tener obtenido el reconocimiento oficial que nunca llegó. Antes incluso de la guerra, y a raíz de los infames incendios de Iglesias a poco de proclamarse la segunda república, Muguruza pasó largas horas rebuscando entre los escombros humeantes de las Iglesias reliquias, libros y cualquier cosa que se pudiera recuperar de la barbarie. En una de estas, encontró la arqueta que contenía los restos de San Francisco de Borja. Rescatada la arqueta, no sin riesgo, la tuvo oculta en su casa hasta que se la pudo entregar a los Padres Jesuitas en condiciones de seguridad y con el lógico secreto. Después de correr serio peligros, el arquitecto junto a otros viajeros que se encontraban en la misma situación, consiguió embarcar, con identidad falsa, en el puerto de Valencia en el vapor “Lesto”, que lo trasladó a Immingham, en Inglaterra, tras un comprometido paso por el Estrecho de Gibraltar. En Abril de 1937, Muguruza reaparece en España por San Sebastián y a las pocas semanas organiza en Burgos una asamblea de arquitectos de la España nacional en la que se crea la Dirección General de Arquitectura dependiente del recien nombrado Ministerio de la Gobernación. Pedro Muguruza es nombrado sin discusión primer Director General de Arquitectura en 1939. Al poco de finalizar la contienda y durante una visita oficial entabla una cercana conversación con la señora de la limpieza de un edificio oficial, la cual le comenta con toda naturalidad su penosa situación: su marido arquitecto había fallecido y ella no podía mas que sacar adelante a duras penas a sus hijos. Muguruza impresionado por el relato funda la Hermandad de Arquitectos, mutualidad de la que esta buena mujer fue una de las primeras beneficiarias. De su inmensa valía como ser humano podríamos ofrecer aquí muchos testimonios. Quizá el que mas se ciñe al proposito de esta web es aquel cuando siendo arquitecto del Valle de los Caídos y con el Monasterio ya finalizado adjudicó a uno de los presos que allí se encontraban, ebanista el, la concesión para la realización de todo el mobiliario del Monasterio. D. Pedro con este gesto, pudo ganarse la enemistad en aquellos despachos de los que dependía su continuidad al mando de las obras del monumento. |
||||||||||||||||||||||||||||||
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
|
![]() |
|||
Le sobrevino lenta, pero inexorablemente una paralisis progresiva que le impidió primero caminar para gradualmente imposibilitarle dibujar e incluso hacerse entender.
Sus muchos buenos e influyentes amigos, le animaron a buscar fuera de España el remedio que para su enfermedad no encontraba. Con este fin realizó varios viajes por España, Europa e incluso América sin resultado. Por este motivo, y con todo el pesar de su corazón, tuvo que abandonar en 1948, las obras del Valle de los Caídos, proyecto en los que se había volcado con ímpetus y alegría juveniles.
En sus últimos años, D. Pedro, ese gran deportista que fue, necesitaba ayuda para moverse incluso en su propia casa
Entra estas dos imagenes tan sólo hay unos pocos años de diferencia. Pedro Muguruza comenzó a sufrir los rigores de una paralisis progresiva que le terminaría llevando a la muerte, a pesar de los intentos del enfermo por encontrar un remedio a su mal. |
|
![]() |
![]() |
Pedro Muguruza Otaño murió en Madrid el 03 de Febrero de 1952. Sus restos reposan en la Iglesia de San Sebastián de la madrileña calle de Atocha. Todos los periódicos de la época se hicieron eco de la muerte de tan genial arquitecto y persona de tan sobresalientes cualidades humanas.
Al poco tiempo de su muerte se creo la cátedra Muguruza en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, cátedra que hoy en dia permanece.
[volver arriba]
![]()
En 1931, Muguruza hizo traer desde Anzuola un arco renacentista que presidía la entrada de la Casa Torre de Echeandi. Parece ser que este arco formaba parte de la dote de la hermana de San Ignacio de Loyola, Magdalena, de quien descendía Matilde Berroeta, abuela materna de los Muguruza. Este arco se colocó en la entrada de la casa de la familia Muguruza en Elgóibar y allí continúo hasta que en 1969 la casa familiar fue derribada para construir un nuevo edificio. Los hermanos del fallecido D. Pedro, el también arquitecto José María Muguruza y su hermana Matilde, salvaron el arco de la demolición y fue donado al pueblo de Elgóibar . El arco, convenientemente desmontado piedra a piedra, permaneció 28 años olvidado en un almacén municipal aguardando pacientemente se le diera la mejor ubicación. Por fin en 1997 en la víspera del inicio de las fiestas patronales y en presencia una representación de la familia Muguruza, se inauguró el viejo arco en un parque Elgoibarrés a pocos metros de donde, un día, se encontrara la casa de los Muguruza.

Elgóibar nombró hijo adoptivo a Pedro Muguruza en 1943 y posteriormente, en 1946,también nombró al arquitecto Hijo Predilecto de la localidad. El Ayuntamiento con el beneplácito entusiasta de los vecinos, que adoraban a la familia Muguruza, dedicó a D. Pedro un centro escolar y le dio su nombre a una Avenida.
Si desde el punto de vista profesional, no dudamos en asegurar que Pedro Muguruza fue uno de los mejores arquitectos en la España del siglo XX, su bondad personal y su valía como ser humano provocaron siempre una corriente de simpatía entre los obreros que tuvo a su cargo y de cualquier persona que tuvo contacto, profesional o personal con el arquitecto.
[volver arriba]
![]()
La colección de planos y proyectos procedentes del archivo del arquitecto Pedro Muguruza, que permanecía en posesión de la familia del arquitecto desde la muerte de éste, fue donado en 1987, en un claro gesto de generosidad, a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, entidad a la que D. Pedro pertenecía en el momento de su fallecimiento y desde 1934.
El fondo lo conforman 527 obras (con unos 5900 planos y dibujos). Asimismo incluye gran cantidad de material gráfico que supone un testimonio de primera mano sobre la trayectoria del arquitecto desde sus inicios, conteniendo incluso algunos ejemplos de sus trabajos siendo alumno de la Escuela de Arquitectura.
| [volver arriba] |




